Científicos de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) producen energía eléctrica a través de materiales orgánicos –astillas de madera, en este caso– que tienen una humedad menor al 60 por ciento. Para eso, desarrollan un reactor de biomasa que realiza transformaciones termoquímicas y, mediante diferentes etapas, crean el gas que alimenta a generadores de electricidad. El desarrollo es llevado a cabo en el marco de un consorcio público-privado integrado por la UNRC y Canale, empresa cordobesa que produce pallets para autopartes y exportación.
El reactor tiene cuatro etapas: en la primera se produce el secado del material, en la segunda se elaboran cadenas carbonadas que se transforman en alquitrán, en la tercera se realiza una oxidación de alta temperatura para generar un gas combustible denominado ‘gas de síntesis’ y en la última parte el gas es acondicionado, enfriado y filtrado para generar la energía eléctrica.
Leonardo Molisani, doctor en Ingeniería Mecánica y director del trabajo, destaca: “La importancia de estos reactores radica en que se pueden usar desechos de otras industrias para generar energía eléctrica en forma de generación distribuida, es decir que se puede poner en distintas regiones y hacer pequeñas plantas”.
Original y sustentable
Ni en Argentina ni en América Latina se realizan estos dispositivos para transformar materiales orgánicos en energía eléctrica. Se trata de una alternativa amigable con el ambiente donde se utilizan los desperdicios de las industrias y se les otorga valor agregado, generando un impacto positivo en el ecosistema.
De esta manera, las astillas de madera que genera la empresa Canale se emplean como combustible en el reactor que, a su vez, produce el gas de síntesis que alimenta a los generadores de energía. “Hay muchas industrias, tanto en la parte agropecuaria como en la industrial, que tienen enorme cantidad de biomasa disponible para ser usada en estos reactores y generar energía térmica y eléctrica”, resalta el ingeniero.
El objetivo es que los reactores se produzcan en serie para sustituir la importación de energía y promover la producción nacional y la diversificación de la matriz eléctrica. Aunque todavía quedan pasos por cumplir para mejorar su rendimiento y ofrecer la tecnología de fabricación al mercado, se trata de una iniciativa innovadora y acorde a las exigencias ambientales del siglo XXI.
Fuente:
Por Nicolás Retamar, Página 12 AQUÍ