En Noruega se está construyendo el edificio de madera más alto del mundo. Tendrá 18 pisos y llegará a los 80 metros.
A diferencia de otros países, como Canadá, Estados Unidos y los escandinavos, donde la madera es habitual en la edificación de viviendas, el uso de este material poco a poco gana terreno en la Argentina. Producto de esta tendencia que combinan ahorro energético y recursos naturales, evolucionan las llamadas “biociudades”.
Diego García Pezzano, arquitecto y docente de la carrera de Arquitectura de la Universidad de Morón, dijo a Infobae que “una biociudad es un término amplio, que apunta a describir una unidad territorial en la cual conjugan e interactúan diversos aspectos ecosistémicos, económicos, arquitectónicos, sociales y político institucionales. Apuntan a una dinámica que tiene como prioridad el desarrollo sostenible, teniendo como eje a la madera para transformar las grandes ciudades”.
Los especialistas argumentan que las ciudades que utilizan madera en la construcción se convierten en infraestructuras de captura y almacenamiento de carbono. Incluso, los parques y la ubicación estratégica de árboles alrededor de los edificios disminuyen el consumo de energía para calefacción y refrigeración.
“Una biociudad es un término amplio, que apunta a describir una unidad territorial en la cual conjugan e interactúan diversos aspectos ecosistémicos, económicos, arquitectónicos, sociales y político institucionales” (García Pezzano).
Las construcciones de casas y edificios con madera son las más utilizadas en el mundo moderno. Así lo explicó a Infobae, Daniel Lassalle, gerente de la Cámara de la Madera Argentina (Cadamda), “porque se trata de un material para el desarrollo sostenible. Provee materia prima para productos de primera necesidad de la población, como viviendas, muebles, papeles, energía, químicos, reemplazando en muchos casos, el uso de elementos no renovables provenientes de la minería y los combustibles fósiles “.
Además de los países mencionados, tienen a la madera como material principal de la construcción de hogares, Japón, China y Australia.
Actualmente en Las Vegas, Estados Unidos se está desarrollando una “ciudad viva” en la que la mayoría de los edificios estarán hechos de madera. Y en Helsinki, Finlandia, se está construyendo un nuevo distrito en uno de los antiguos puertos de contenedores de la ciudad que se está formando casi en su totalidad con madera. Cada uno de los edificios principales se eleva a ocho pisos, con marcos y fachadas de madera maciza, todo alrededor de un patio comunitario verde.
Cada inmueble demandará como mínimo 5 millones de dólares de inversión.
La Argentina cuenta hoy con un patrimonio de 1,3 millones de hectáreas de plantaciones forestales, principalmente de pino, eucalipto y salicáceas.
“Más del 40% de estas plantaciones se encuentran certificadas por sellos de gestión sostenibles y proveen de materia prima al 95% de las industrias de base forestal del país, que incluyen a plantas de celulosa y papel, tableros y más de 2.700 Pymes, generando empleo directo a 100.000 personas”, detalló Lassalle.
El sector puede aumentar sus exportaciones y reducir el déficit comercial. A través de la plataforma ForestAR2030 se espera alcanzar para los próximos 10 años, las 2.000.000 de hectáreas. “Claramente esto habla del gran desarrollo y potencial de toda la cadena foresto industrial”, dijo García Pezzano.
Los expertos sostienen que en la Argentina es posible edificar biociudades, de hecho el costo de edificación es menor que en hormigón o acero, siendo un 10% más bajo. Hoy se calcula que una buena propiedad en madera se puede levantar a razón de 700 dólares el m2.
“En nuestro país van asomando algunos ejemplos de edificios que se animan a sobrepasar la planta baja. Esperamos que esto escale rápidamente, en altura y en capacidad de producción para movilizar a toda la cadena. Si tomamos el caso de Chile, vemos que ya han desarrollado con tecnología propia, un edificio experimental de 24 metros”, contó Lassalle.
En Uruguay, con tecnología importada, crece la utilización de los paneles contralaminados, denominados Cross Laminated Timber (CLT), que junto con la madera local ya permitieron levantar hoteles de planta baja y dos pisos. Es un proceso que comenzó y se expandirá rápidamente en todo el continente.
Pugna por ganar lo aéreo
Se registra una sana competencia por enarbolar el récord de liderar con el edificio de madera más alto del mundo. No es algo novedoso, en la historia es posible ver ejemplos de construcciones de gran altura, como la mítica Pagoda de Madera de Yingxian, de origen budista, la más antigua y grande en el mundo que fue construida totalmente de madera con 72 metros de altura en 1056 durante la Dinastía Liao.
Lassalle dijo que, “nuestro país tiene una extensa industria que produce piezas de madera laminada encolada desde hace más de 60 años. Si bien aún no contamos con el sistema CLT, los materiales y tecnologías locales tienen la capacidad sobrante de proveer lo necesario para construir edificios en altura. Quizás falte aún para llegar a los 84 metros de los noruegos o a los 300 metros del proyecto japonés de la ciudad de Toyota; pero pensar en edificios de planta baja y 3 o 4 pisos es posible”.
Quizás la barrera más importante a vencer es la cultural, ya que el uso del ladrillo sigue dominando.
Algunos proyectos que siguen esta tendencia en la Argentina se están edificando o están presentes en los siguientes puntos: en la zona mesopotámica son numerosos los proyectos de viviendas construidas con madera, principalmente, porque tienen el recurso muy cercano geográficamente.
“En Rosario, hay un proyecto que lidera el arquitecto Laureano Lanzillotta; en Tandil, lo lleva adelante el ingeniero Ignacio Andrés Segura, también el arquitecto Octavio Roca avanza con propuestas con madera, entre otros profesionales”, detalló García Pezzano.
Lo que viene
En España se realizará el edificio WittyWood, el primero íntegramente con madera como elemento estructural. Constará de 4.100 m2 de espacios corporativos distribuidos en 4 plantas.
En Noruega se está construyendo el que será, el edificio de madera más alto del mundo. El Mjøstårnet tendrá 18 pisos y llegará a los 80 metros. Se ubica en un pequeño pueblo cercano a Oslo, la ciudad capital, incluirá departamentos y oficinas, un hotel, piscina, restaurante y áreas comunes.
En Estados Unidos, el famoso arquitecto Michael Green creó el T3, un edificio de oficinas en la ciudad de Minneapolis. Su nombre significa “Timber, Technology, Transit” y tiene una superficie de 224.000 pies cuadrados más espacio comercial. Como resultado de la estructura de madera, T3 se construyó en menos de 10 semanas.
En Holanda, está en desarrollo la obra del que será el edificio de madera más alto del país, con 21 pisos proyectados destinados principalmente a viviendas. Será una torre residencial de 73 metros de alto junto al río Amstel.
“Hoy, la transformación de un mundo más sustentable representa el mayor desafío post pandemia COVID-19, incluso se plantea que la transformación de las grandes ciudades son una buena oportunidad para replantear la economía tras la crisis y para garantizar la creación de un futuro más sostenible” explicó Lassalle.
Los desarrolladores y constructores están considerando a la madera eficiente para la transformación social, siendo el único material de construcción que es renovable y se puede cultivar de forma sostenible, además, captura carbono.
“Levantar un edificio de madera arranca por los cimientos como cualquier inmueble, y las unidades se aíslan del frío y calor, y el mantenimiento es similar a uno de ladrillos”, concluyó García Pezzano.
Nota publicada por infobae.com FUENTE en este link