Con la sanción se simplificará el trámite de licencias ambientales para la plantación de bosques con fines comerciales. “El objetivo principal es incentivar la reforestación, aumentar las inversiones en el sector forestal y promover la producción forestal sostenible ”, destaca el ministro de Agricultura y Ganadería de Brasil (MAPA), Carlos Fávaro. Para quienes la critican desde organizaciones ambientales, se trata de una iniciativa a favor de intereses privados que amenaza los bosques nativos y la biodiversidad.
Fuente: Con información del Gobierno de Brasil, Correio do Povo,
BRASIL (9/6/2024).- El Gobierno Federal sancionó la Ley 14.876 el pasado viernes 31 de mayo, aprobada por el Congreso Nacional, que tras un fuerte debate y cuestionamientos desde organizaciones ambiental, finalmente se logró fundamentar con expertos y legisladores la sustentabilidad de la producción forestal y se excluyó al sector de la lista de actividades que potencialmente contaminan y utilizan los recursos ambientales.
El cambio se produce en la Ley 6.938/81 de la Política Nacional Ambiental.
Los bosques plantados configuran una cultura agrícola compuesta por árboles que se cultivan específicamente para la producción de madera legal, papel, celulosa, carbón vegetal, tablas, paneles y otros productos forestales.
En Brasil, este sector forestal juega un papel fundamental en la economía, ya que cuenta con una diversidad de especies forestales cultivadas que son esenciales para la sostenibilidad ambiental, social y económica del país.
Con esta medida se simplificará el trámite de licencias ambientales para la plantación de bosques con fines comerciales, como la producción de pino y eucalipto.
Además, la producción forestal no estará sujeta al pago de la Tasa de Inspección y Control Ambiental (TCFA).
Para el ministro de Agricultura y Ganadería, Carlos Fávaro, lograr excluir a la actividad de esta lista es relevante para el sector forestal brasileño. “ Además de reducir los costos operativos asociados con las obligaciones de cumplimiento, excluir la actividad forestal de esta lista simplifica el proceso de concesión de licencias. El objetivo principal es incentivar la reforestación, aumentar las inversiones en el sector forestal y promover la producción forestal sostenible”, destaca.
“Con esta acción, el Gobierno demuestra una vez más que está comprometido con el desarrollo económico y social del país, siempre en armonía con la preservación del medio ambiente”, añade.
Brasil es el mayor productor y exportador mundial de celulosa, siendo el tercer producto agrícola más exportado del país, lo que resalta la relevancia internacional de la producción forestal.
En el Estado de Santa Catarina, el sector responde actualmente por el 25,5% de la producción de madera del país, que a su vez es el mayor exportador de celulosa del mundo.
El presidente de la FIESC, Mario Cezar de Aguiar, recuerda que Brasil alcanzó una posición de liderazgo en el sector forestal gracias a grandes inversiones en desarrollo tecnológico y mejoramiento genético realizadas por el sector privado.
“A pesar de tener una alta productividad, la cadena productiva enfrentó obstáculos burocráticos asociados a lentos procesos de licenciamiento ambiental y restricciones a la ampliación y renovación de áreas plantadas. Entonces, ahora tenemos un gran logro”, evalúa Aguiar.
Una señal para promover inversiones sostenibles
Según el presidente ejecutivo de la Industria Brasileña del Árbol ( Ibá ), Paulo Hartung, el país tiene alrededor de 10 millones de hectáreas de árboles plantados , además de conservar otros 6,7 millones en bosque nativo.
Hartung destaca que la medida desbloqueará importantes inversiones para el sector. “ La sanción de esta ley nos permite ahora superar una costosa burocracia que retrasa más de un año la plantación de árboles con fines industriales. Esto también desbloqueará inversiones multimillonarias en el país, aumentando así nuestra competitividad”, explica.
“ La aprobación del proyecto es el resultado de un intenso debate llevado a cabo durante diez años con expertos y legisladores. El sector agradece al Presidente Lula por corregir una incongruencia que tendrá consecuencias importantes para nuestro camino hacia una economía verde”, declara Paulo Hartung.
A través del Plan +Bosques Sostenibles, MAPA estableció en uno de sus ejes la actualización del Plan Nacional de Desarrollo de Bosques Plantados (PNDF), previsto en la Política Agrícola de Bosques Plantados (Decreto N° 8.375/2014) y actualizado en marzo de 2024. El PNDF señala un objetivo de 4 millones de hectáreas de árboles cultivados para 2030 y presenta, como visión de futuro.
Voces a favor y en contra
El presidente de la Asociación Gaúcha de Empresas Forestales (Ageflor), Daniel Chies, afirma que la ley “tiene como objetivo corregir un error histórico”. Para Chies, habrá un estímulo para el surgimiento de inversiones.
El coordinador del Plan ABC+RS, Jackson Brilhante, también evalúa que “hubo una distorsión” en la legislación. Ingeniero forestal e investigador del Departamento de Diagnóstico e Investigación Agrícola de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Producción Sostenible y Riego (Seapi), Brilhante destaca que la expansión de los bosques plantados es un compromiso internacional firmado por Brasil y, por tanto, por Río Grande do Sul hasta 2030, el país necesita ampliar en cuatro millones de hectáreas la superficie dedicada a este tipo de plantaciones.
El ingeniero destaca la importancia de esta “tecnología de reducción de emisiones” de gases de efecto invernadero. «No existe ninguna otra tecnología con el potencial de los bosques plantados», afirma.
En defensa de la actividad, el ex gobernador de Espírito Santo destaca que “las plantaciones, en los últimos años, se realizaron en áreas antropizadas, que anteriormente eran utilizadas para diversos cultivos, reemplazando generalmente pastos de baja productividad”.
El presidente de la Asociación Gaúcha para la Protección del Medio Ambiente Natural (Agapan), una de las organizaciones no gubernamentales más importantes del país en la zona, Herverton Lacerda, expresó su desacuerdo con declaraciones gubernamentales y empresariales sobre la Ley 14.876, que excluye la forestación de la lista de actividades potencialmente contaminantes que utilizan recursos ambientales.
“Estos monocultivos, plantados con fines de tala, desfiguran los biomas naturales y desequilibran los ecosistemas. El interés de sancionar esta ley es puramente financiero, para reducir los costes de producción de una mercancía”, añade el ambientalista.
Para la diputada federal Fernanda Melchionna (Psol-RS), la flexibilización de la legislación medioambiental es una “indignación”. Melchiona obstaculizó el avance del proyecto durante más de un año en la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara de Diputados brasiñela. En la Cámara, la propuesta fue aprobada el 8 de mayo, con 309 votos a favor, 131 en contra y dos abstenciones, y finalmente sancionada el 31 de mayo de 2024.
Fuente: Argentina Forestal